martes, 28 de mayo de 2013

La jueguización de la Wikipedia


Antes de empezar, un caveat: lo que comento aquí son generalidades estadísticas. Es muy probable que los «individuos medios» de los que hablo no existan en absoluto, y que muchas personas no coincidan para nada con lo retratado aquí. Esto es el resultado de mis impresiones de las tendencias generales de los editores de la Wikipedia en los últimos años. Es decir, lo siguiente no deja de ser una reflexión personal.

Acabo de escuchar el último capítulo de Alternativlos («Sin alternativa»), uno de los mejores podcasts sobre política y sociedad que hay en alemán. Este capítulo trata sobre la teoría de juegos y cómo ha influido sobre el pensamiento contemporáneo. Al igual que ha ocurrido con el darwinismo, que ha sido bastardizado por ideologías como el colonialismo o los fascismos (véase el darwinismo social), la teoría de juegos, y el individualismo que de ella se desprende, han sido bastardizados por el neoliberalismo y su tipo específico de capitalismo. Es lo que se ha llamado jueguización, gamificación o ludificación, traducciones más o menos acertadas de gamification.

Una de las ideas que se mencionan en el podcast es que nuestros jóvenes aprenden a vivir y a socializarse a través de los juegos de ordenador, que hoy vienen a ser la opción de ocio número uno entre aquellos que se lo pueden permitir. Esto tiene naturalmente consecuencias, que comentaré aplicadas a la Wikipedia.

Desde hace algún tiempo el caldo sociológico de la Wikipedia ha cambiado, una evolución lógica por otra parte, según van llegando nuevos elementos y desapareciendo los editores más «ancianos». Los primeros editores eran un grupo de pioneros idealistas, lo que la mercadotecnia llama ahora «trendsetter», de un cierto nivel cultural y económico. Posteriormente llegaron generaciones más jóvenes, más habituados a Internet y a los ordenadores, técnicamente mucho más preparados y capaces, lo que se ha notado en la automatización y estandarización de muchos procesos. Y he oído en diversas ocasiones comentar que muchos de los nuevos editores se toman la Wiki como un juego de rol. Este comentario lo tomaba de forma literal, interpretando simplemente que no se toman las cosas en serio (son jóvenes), que lo de editar es un juego (de poder). Pero tras oír el podcast, se me ocurre que la afirmación tiene implicaciones más profundas.

Lo primero que se me ocurre es que la socialización y el aprendizaje en el ordenador, concretamente con juegos e Internet, lleva a una cierta separación de los valores morales que se muestran dentro y fuera de los espacios virtuales. Estoy convencido de que los niños pueden distinguir perfectamente entre los juegos y la realidad, es lo que se lleva haciendo cientos de años con el cine, la televisión e incluso el teatro. Pero esta separación es mucho más sutil con el ordenador, puesto que, aunque los juegos pertenecen al reino de lo fantástico, no todo lo que ocurre en el ordenador lo es. La frontera se vuelve borrosa en casos como Facebook, en la que se han incluido juegos, o Second Life, en la que incluso existe dinero con valor real. E incluso casos como el de los troles, que posiblemente nunca harían o dirían en su vida cotidiana lo que hacen por Internet, da una idea de a lo que me refiero. Naturalmente el anonimato y la facilidad son dos elementos necesarios, pero independientemente de las causas, el ordenador se convierte en un espacio en el que la moralidad habitual está hasta cierto punto en suspenso. Y aquí quiero hacer notar que he evitado usar las expresiones «vida real» y «vida virtual» porque lo que ocurre en el ordenador es tan real y tiene consecuencias tan reales como lo que ocurre fuera del ordenador. Sólo hay que recordar los suicidios por acoso cibernético.

En la Wikipedia la consecuencia más evidente de esta disociación es el vandalismo. Está claro que existen personas que vandalizan fuera y dentro del ordenador, pero a ningún periodista se le ocurriría destrozar cuatro farolas en la Plaza del Pilar para comprobar lo bien que funcionan los servicios municipales. De forma más sutil, un número nada despreciable de lo nuevos editores no se comportan con el mismo código moral dentro y fuera de la Wikipedia.

Uno de lo puntos que se mencionan en el podcast es que los juegos presentan una reglas fijas, es decir, nos podemos mover dentro del juego a nuestra voluntad, pero estamos limitados por las reglas fijadas por el programador, que es una especie de dios benévolo que nos permite avanzar. Hasta cierto punto, esto entrenaría a los jóvenes a obedecer y someterse a las reglas del juego, nunca mejor dicho. En la Wikipedia se traduciría en una necesidad de tener reglas y legislar todas las posibles situaciones. Así existe cada vez más la tendencia a crear políticas y a usar las reglas al pie de la letra. Por el camino se olvida el espíritu con el que se hicieron las primeras políticas generales, espíritu que, por otra parte, los editores más recientes no conocen, puesto que no estaban en las discusiones. Y al contrario, está la tendencia a hacer de su capa un sayo: si no está prohibido, está permitido. El sentido común o incluso el espíritu y la misión de la Wikipedia quedan cada vez más ocultos en una maraña legal, en la que prosperan los abogados de pacotilla.

Pero por otra parte, el juego lo gana no sólo quien se mueva mejor dentro de las reglas, sino quien las manipule mejor. Los juegos nos tienen acostumbrados a trampas, que habitualmente han introducido los mismos programadores y que permiten una libertad controlada. Es decir los juegos nos acostumbran a hacer trampas y, en caso extremo, quien pueda cometer fraude de ley sin que lo pillen, será el que gane.

Finalmente está la mentalidad del «ganar», la competitividad frente al sistema y los demás «participantes». Así, hay que llegar a bibliotecario, hay que tener muchas ediciones, hay que conseguir muchos artículos buenos o destacados, cueste lo que cueste, incluso a costa de la calidad, la moralidad o de la legalidad (copyright). En este afán competitivo se olvida por completo el fin de la Wikipedia, ser una enciclopedia, y el medio se convierte en fin.

Naturalmente estos no son los únicos factores que influyen en el ambiente actual en la Wikipedia, pero son los que se me han ocurrido escuchando el podcast dichoso. Y en esto estamos ahora, aunque no debe ir tan mal cuando se ha alcanzado el millón de artículos. Supongo que la cosa seguirá evolucionando según la Wikipedia vaya perdiendo novedad y se convierta en parte del mobiliario de Internet. Será interesante ver la evolución que sigue.

jueves, 23 de mayo de 2013

Violencia homófoba

Parece que la violencia homófoba se está incrementando. Los debates sobre el matrimonio homosexual en Francia e Inglaterra están levantando polvo y la consecuencia es que los de siempre se sienten justificados para atacar a los que creen inferiores. Y no me refiero a países en los que la homofobia está muy enraizada, como Irán, Uganda o Georgia, me refiero a los países que se supone son de los más avanzados y liberales del mundo. Por cierto, ¿dónde están todas esas organizaciones predicando el amor de Dios?

Aquí os dejo las consecuencias de algunos ataques en los últimos dos meses:





 
                                                            

lunes, 20 de mayo de 2013

Destino Ítaca

Un interesante comentario de Pau Marí-Klose y Francisco Javier Moreno Fuentes titulado «Destino Ítaca: ¿Estamos ya todos a bordo?» destruye algunos tópicos y aclara algunos asuntos.

[...] En el escenario de mayor tensión que se recuerda entre elites políticas del Estado y de Cataluña, no existe un verdadero relato que, desde dentro de la sociedad catalana y marcando distancias con las líneas argumentales de la derecha más inmovilista de corte nacionalista español, actúe de contrapunto al “pensamiento único” independentista impuesto desde las esferas políticas y mediáticas de Cataluña. Un relato que proponga un modelo de articulación política e institucional que, reflejando fidedignamente la inequívoca voluntad de autogobierno de la sociedad catalana, tratase de dar respuesta a sus necesidades reales: desempleo, crecimiento de la vulnerabilidad socio-económica, deterioro de los servicios públicos, gradual desmantelamiento del Estado de bienestar, indignación ante la corrupción en las instituciones públicas y en la esfera política.
La extrema debilidad de narrativas alternativas obedece a nuestro juicio a un doble proceso de distorsión de la voluntad de la ciudadanía frente a un proyecto independentista establecido como discurso dominante: 1) el desarrollo de un proceso de “espiral de silencio” que ha enmudecido a los sectores de las élites académicas, intelectuales, culturales, sociales y políticas que no comparten el ideario independentista, y 2) la inexistencia de portavoces de aquellos segmentos de la sociedad catalana (demográficamente muy amplios) que por sí solos carecen de los recursos para conformar la agenda pública y/o política (grupos con niveles de renta media-baja y baja), y que muy mayoritariamente no abrazan la causa nacionalista.
Me resulta interesante ver por primera vez que alguien pone por escrito la pregunta «¿donde están los antinacionalistas de izquierda?» (todas las izquierdas deberían ser antinacionalistas por principio). Igualmente interesante es que se trate de explicar porqué han desaparecido las voces disidentes dentro de la sociedad catalana. Personalmente creo que esta «espiral de silencio» es mucho más violenta de lo que dan a entender los autores, pero por lo menos el mecanismo está negro sobre blanco.

El segundo punto que me llama la atención es que desmontan el mito de que el peor nacionalista es el de padres inmigrantes. Si bien es cierto que siempre hay casos extremos (mujeres misóginas, homosexuales homófobos, etc.), parece ser que las encuestas demuestran que las clases bajas y medias-bajas no son nacionalistas, pero que están poco representadas, tanto en el discurso público, como en la política.

Más interesante todavía son los dos primeros comentarios al artículo. El primero repite uno de los mantras nacionalistas: «democracia es votar». Evidentemente se refieren a votar qué, como y cuando según su propia agenda. El segundo parece ni siquiera haber entendido el artículo. Son un claro síntoma de lo que está pasando en Cataluña.

viernes, 10 de mayo de 2013

A nuestros héroes y nuestros jóvenes


De adolescente, recuerdo haberme odiado a mi mismo y retener mucha ira porque no era heterosexual «como todo el mundo», lo que espero que sea más la excepción que la regla hoy en día.
Primero luchas por aceptarte a ti mismo, luego luchas con tu familia sobre si estás realmente y de verdad seguro que eres un degenerado y si quieres llevar ese tipo de vida. Luego empiezas a tantear y a negociar contigo mismo, a ver lo abierto que quieres ser con tus amigos y en tu escuela / iglesia / trabajo, y decidiendo el nivel de ocultación con el que estás dispuesto a vivir. Luego está lo de cómo buscar y encontrar pareja del mismo sexo.
Y lo más triste es que normalmente luchas en la batalla como adolescente, uno que tiene todos los otros problemas e inseguridades a los que se enfrentan todos los adolescentes, sin necesidad de ser gais. Y normalmente te enfrentas a ello solo... simplemente no parece justo.
Creo que esta es la razón por la que a tantos de nosotros nos cabrean tanto todos esos charlatanes ex-gais y fanáticos religiosos. Como carroñeros nos atacan cuando somos jóvenes, inocentes y en el momento en que somos más vulnerables, y arruinan tantas vidas... todo en nombre de mantener la ilusión para esos chalados intolerantes de que la heterosexualidad es una fuerza estabilizadora en tu vida y para la sociedad, cueste lo que cueste.
Tengo una enorme admiración para nuestros mayores , cuya valentía nos ha enseñado a ser quienes somos y que han mostrado a las generaciones siguientes a perseverar, a amarse a sí mismos y finalmente a amar a tu pareja homosexual sin todo el bagaje emocional negativo.  Gente como Edie realmente son extraordinarias. 

Beavertales (traducción propia)

domingo, 5 de mayo de 2013

Ya tenemos al primer muerto...

... conocido, porque es muy posible que ya haya habido más.

Un inmigrante ilegal senegalés murió de tuberculosis, una enfermedad perfectamente tratable, en Mallorca, depués de haber sido rechazado en el hospital de Inca por no tener tarjeta sanitaria.

Y es que, aunque seas lo suficientemente hijoputa y criminal para dejar que se muera una persona de una enfermedad curable teniendo los medios necesarios, esos que han defendido las medidas del PP para ahorrar 3,50 € en la sanidad, por lo menos deberían ser lo bastante egoístas para darse cuenta de que, gracias a su preclara política, estamos dejando que enfermedades tan peligrosas como la tuberculosis anden por las calles sin tratamiento, contagiando a todo el mundo (la tuberculosis se contagia por vía aérea, cuando las personas infectadas tosen, estornudan o escupen).

No es que hayan parado el reloj, es que nos están devolviendo al siglo XIX. Supongo que es lo que tiene una cierta derecha, además de hijoputa y avariciosa, imbécil.

País.

Actualización: la cosa es algo más complicada que lo que explicaba El Público, pero en el fondo la cuestión es la que es: una persona ha muerto sin necesidad por una política criminal.