martes, 25 de junio de 2013

Agencias de calificación, independencia en acción

Adivinad qué le ha pasado a la calificación del riesgo de Hong Kong: Moody's acaba de bajar la calificación del país por «su exposición al riesgo chino». Parece ser que, casualmente, acaban de descubrir que Hong Kong pertenece a China y está económicamente ligado al país... Naturalmente no tiene nada que ver con el tal Snowden y que este se haya refugiado allí. ¿Como era eso de la independencia de las agencias de calificación que nos contaban cuando la deuda española estaba por las nubes?

Actualización: como siempre, Matt Taibi, en uno de sus geniales artículos, explica como las agencias de calificación dan sus notas. Cita del artículo:
«Que Dios nos ayude con esta puta estafa... este tiene que ser el lugar más estúpido en el que he trabajado», escribe uno de los ejecutivos de Standard & Poors. «Sabes que tengo problemas para explicar 'COMO' conseguimos esos números porque no hay ninguna ciencia detrás», confesó un alto analista de S&P. «Si simplemente vamos a inventárnoslos para evaluar negocios, en ese caso, quants [análisis cuantitativos] tienen bien poco valor», se queja otro hombre importante de S&P. «Esperemos que seamos todos ricos y estemos jubilados para cuando se hunda este castillo de naipes» comenta otro.

lunes, 24 de junio de 2013

Monarquía

El otro día, viendo una de las protestas contra los recortes de la sanidad, vi, entre banderas autonómicas y del partido comunista, bastantes banderas republicanas. Me resultó un tanto sorprendente que las banderas republicanas aparezcan cada vez más en los movimientos de protesta, que no tienen mucho que ver con ello. Supongo que los abucheos que sufren los reyes y los príncipes están en la misma línea. Reconozco que el rey y su familia está llevando el asunto a un nivel en que se está haciendo difícil defender su existencia, pero también creo que no hemos llegado al punto en que haya que plantease un cambio.

Yo soy «monárquico utilitarista», es decir, considero que la monarquía es un sistema de gobierno tan bueno como los demás mientras sea útil. Creo que la monarquía es tan buena como un sistema republicano, a pesar de que entiendo la preocupación teórica de que exista una familia que tenga privilegios hereditarios. El argumento también puede llevarse desde el otro lado: las desventajas que conlleva un puesto público como el del rey (falta de privacidad, falta de libertad, etc.) no debería esperarse de nadie por nacimiento.

Para mí el argumento es desde el punto de vista de la utilidad: nos beneficia tener un jefe de estado que ha sido educado para ello y que además tiene el relumbrón que le da la monarquía (que aunque no impresione a mucha gente en España, fuera si tiene tirón). Aquellos que argumentan que la institución es demasiado cara, quiero recordarles que un jefe de estado como el alemán o el francés, a parte de no ser mucho más baratos que tener un rey, resulta que después de cuatro/cinco/seis años de ejercer el puesto hay que mantenerlos para el resto (inclusive escoltas, etc.), aunque ya no ejerzan. Es decir, en vez de un rey hay como seis o siete.

Lo que me fastidia realmente es que parece que mucha gente grita «república» como si fuera la solución de todos los problemas. Me recuerda un tanto a los nacionalistas, para los que gritar «independencia» es la solución. El problema no son ni la monarquía ni la «dependencia», el problema está en otra parte y cambiando el collar al perro no solo no solucionamos el problema, sino que los problemas que no se solucionan, se pudren. Gritar «república» ahora mismo de hecho distrae de la solución de nuestros problemas. Si tuviésemos una república, ¿alguien duda de que el primer ministro sería Rajoy? ¿El presidente quizás sería Aznar? ¿Esa es la solución a la crisis?

martes, 4 de junio de 2013

Si las empresas fueran países

Considerando que las mayores empresas son análogas a naciones estado, se pueden considerar las siguientes propiedades:
  1. El derecho a voto no existe a excepción de los accionistas (similares a terratenientes) e incluso en ese caso el poder de su voto está en proporción a la propiedad.
  2. Todo el poder procede de un comité central.
  3. No existe una división de poderes que equilibre. No existe un cuarto poder. No hay jurados y no se presume la inocencia.
  4. La no aceptación de cualquier orden puede resultar en un exilio inmediato.
  5. No existe libertad de expresión.
  6. No existe derecho de asociación. Incluso el amor entre los trabajadores está prohibido si no existe aprobación expresa.
  7. La economía está planeada de forma central.
  8. Existe una vigilancia generalizada de movimientos y comunicaciones electrónicas.
  9. La sociedad está fuertemente regulada, hasta el punto de que a muchos empleados se les dice cuando, donde y cuantas veces al día pueden ir al baño.
  10. No ha a penas transparencia y algo como la Ley para la libertad de información es impensable.
  11. Grupos de oposición interna, como sindicatos, son acosados, vigilados y marginalizados siempre que es posible.
Con un PIB y una población comparable a Bélgica, Dinamarca o Nueva Zelanda, muchas de estas multinacionales no tienen nada parecido a sus libertades y protecciones cívicas. Esto todavía es más sorprendente cuando las protecciones legales civiles en la región en la que opera la empresa son débiles (como en Nueva Guinea Occidental, muchos estados africanos o incluso en Corea del Sur); allí el carácter de estas tiranías empresariales destaca especialmente al no estar rodeadas por una influencia civilizadora.
Wikileaks 

domingo, 2 de junio de 2013

Las mujeres ocultas

Dos artículos interesantes (desgraciadamente en inglés) sobre como la narrativa histórica y la narrativa fantástica han ocultado a las mujeres y a otras minorías. Los homosexuales y transexuales han sido habitualmente borrados y negados, ya estaqmos acostumbrados. Por ejemplo, en los casos de Miguel Ángel o Leonardo, e incluso en otros tan recientes como el de García Lorca. No resulta sorprendente y tampoco difícil, puesto que es una minoría pequeña y el hecho tuvo que ser ocultado por los mismos protagonistas.

Resulta mucho más curioso el caso de la desaparición de las mujeres, que forman el 50% de la población. La excusa habitual es que las mujeres no tenían poder, que los hombres no las dejaban. La realidad es que a pesar de ello ha habido mujeres todas partes, haciendo de todo. Por ejemplo, tenemos a Huang P'ei-mei, que dirigía a 50.000 piratas en el Mar de China en las décadas de 1940 y 50; Ching Shih dirigía nada menos que 80.000 en 1800. Entre el 20 y el 30% de los luchadores del ANC en su enfrentamiento contra el Apartheid eran mujeres. Poca gente conoce a Ada Lovelace, a menudo considerada la creadora del primer «programa de ordenador». ¿Alguien conoce las Brujas nocturnas soviéticas? Sor Juana Inés de la Cruz y Santa Teresa de Jesús son bien conocidas, pero María de ZayasAna Caro de Mallén son prácticamente desconocidas. ¿Cuantas pintoras españolas conoces? ¿Te suenan Josefa de ÓbidosLuisa RoldánLuisa de Morales o María de Abarca?

La cuestión es que, tal como nos cuentan la historia, la relatamos nosotros. En la abrumadora mayoría de las historias de fantasía y de ciencia ficción sólo aparecen hombres (jóvenes) heterosexuales cisgénero blancos. El perfecto ejemplo es Tolkien. Por mucho que me gusten sus historias, en ellas las mujeres (con alguna excepción) no son más que personajes secundarios y eso cuando aparecen. Lo mismo ocurre en el caso de Asimov (de nuevo, por mucho que me gusten sus libros). Los conquistadores negros o transgénero no eran desconocidos en los siglos XVI y XVII. ¿Por qué lo son en el siglo XXII o XXV?

Os dejo aquí los artículos:
Para conocer algunas de estas mujeres extraordinarias podéis escuchar el podcast en español: