domingo, 24 de febrero de 2013

Librerías diferentes

La aparición de Amazon y otras grandes cadenas de librerías (FNAC y Casa del Libro) que permiten comprar por Internet, está cambiando el mundo de las librerías. El primer cambio fue que toda librería que se preciara abrió una página web para vender también por la red. En general, el precio fijo del libro no permite mucha competencia en el sector y las librerías pequeñas no creo que vendan mucho por la red, ahí tienen ventaja los servicios de las grandes, lo que ha aprovechado Amazon para vender libros de otras librerías en su plataforma. Algo mejor lo han echo las librerías de viejo han sido las primeras en reunirse en plataformas que venden libros de diversas librerías (Uniliber e Iberlibro), ya que en su caso, no existe el precio fijo. En esas plataformas también se venden libros nuevos, pero son la minoría.

Pero lo interesante son las nuevas propuestas que están surgiendo en el mundo físico. En Zaragoza, que conozco un poco más, tenemos El pequeño teatro de los libros, una librería que a la vez hace de escenario para obras de teatro o conciertos. Otra iniciativa interesante es La Pantera Rossa, una librería alternativa de izquierdas que a la vez sirve de centro social y cultural. Ambas iniciativas muy interesantes, pero no radicales, ya que simplemente han combinado librerías con otro tipo de centro cultural, como ya se había hecho antes con las librerías café, que tiene representantes por todo el mundo.

Mucho más radicales son las nuevas iniciativas que de momento se están introduciendo en Madrid. La primera es La Casquería, en la que se venden libros al peso. Si, como lo oyes. Cuarto y mitad de Oscar Wilde a precio de ganga. Parece un concepto interesante que se opone a la tendencia de hacer libros tamaño maleta, que dentro de poco te venderán con carrito de regalo para que los puedas llevar a casa.

La segunda, procedente de EE.UU., es más radical si cabe. Se trata simplemente de regalar los libros gratis. La librería (¿o es más bien biblioteca?) se llama Libros Libres y si pasas por allí te puedes llevar los libros que quieras sin pagar un duro. Bueno, dentro de lo razonable, es decir, nada de llevar una furgoneta y vaciar las estanterías. El asunto lo llevan a base de voluntarios que trabajan allí, donaciones (tanto de libros como de dinero) y con lo que sacan del café. También te puedes suscribir por 12€ al año, aunque no parece que te de ventajas especiales de ningún tipo.

Otra tendencia, esta ya con algunos años, es la llamada impresión bajo demanda, que consiste en imprimir el libro sólo cuando está vendido. No lo mencionaría si sólo se tratase de libros que se pueden comprar en Internet, lo que pertenecería más bien al primer párrafo de este texto (interesante en este caso es la aparición de nuevas editoriales que no necesitan prácticamente capital). Pero aquí hablamos de la aparición de máquinas, como la Espresso Book Machine, que se puede colocar en cualquier librería y que te imprimen el libro que deseas mientras te tomas un café. Una librería que ya no necesita ni estanterías, ni stock, ni metros cuadrados, ni nada de nada. Hmmm. La verdad es que no sé si me gusta esta idea.


Habrá que ver si, gracias a estas ideas y otras, las librerías sobreviven al libro electrónico y la falta de soporte físico.

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