martes, 12 de marzo de 2013

La culpa del otro

Explorando por YouTube, me he encontrado con el siguiente vídeo:


Por lo visto, es la primera escena de la película La culpa del otro, rodada en 1942 por Ignacio F. Inquino. En la escena, una cantante, Nitta María o Nita Mari, con la Orquesta Serramont cantan Tatuaje en una taberna de puerto, donde se reúne «lo mejor» de cada casa. Resulta muy llamativo que en 1942, en pleno frenesí nazi del nuevo Régimen, se filmara esto y no es de extrañar que fuera censurada. Por ejemplo, la escena en el minuto 1:29, en la que el ladrón está intentando robar al borracho, resulta un tanto cariñosa de más. O la mesa con los marineros negros y las chicas blancas, con lo vientos racistas que soplaban en España. Por no hablar de la «pechonalidad» de la cantante, que el jersey no disimula precisamente.


Pero lo que realmente resulta sorprendente viene en el minuto 1:00. La cantante, que va pasando de mesa en mesa, canta a tres mujeres solas que están sentadas en una de las mesas. La actitud, las sonrisas y las miradas que se intercambian parecen indicar que se entienden sin hablar demasiado. Fuman, lo que las identifica como mujeres modernas, que siguen la moda flapper. Una de ellas lleva una corbata y camisa, algo común entre determinadas mujeres modernas de la época, las llamadas garçonnes, pero que en un tugurio como este, posiblemente indique lesbianismo y no moda. Esto explicaría las miradas cómplices entre las tres y su actitud.

Pero lo que no deja de darme vueltas es la tercera, la que está sentada más a la derecha. Primero, porque fuma como un hombre, con el dedo pulgar y el índice, y no como una mujer, con los dedos índice y corazón. Segundo, porque resulta un tanto fea en comparación con las demás mujeres que se ven sentadas en las mesas. Tercero, por lo abrigada que va, en comparación con todos los demás (lleva abrigo y gorro). Finalmente, porque creo que representa a una persona transgénero, posiblemente un travestido o un transexual. Encontrarse a un transgénero en un tugurio de ese tipo no sería sorprendente, ya que tenían que moverse en los márgenes de la sociedad y no se les permitía casi ninguna otra actividad para sobrevivir que la prostitución. ¡Pero que se incluyera en una película de 1942 es increíble! Sería todo un hallazgo si alguien pudiese confirmarlo.

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