martes, 4 de junio de 2013

Si las empresas fueran países

Considerando que las mayores empresas son análogas a naciones estado, se pueden considerar las siguientes propiedades:
  1. El derecho a voto no existe a excepción de los accionistas (similares a terratenientes) e incluso en ese caso el poder de su voto está en proporción a la propiedad.
  2. Todo el poder procede de un comité central.
  3. No existe una división de poderes que equilibre. No existe un cuarto poder. No hay jurados y no se presume la inocencia.
  4. La no aceptación de cualquier orden puede resultar en un exilio inmediato.
  5. No existe libertad de expresión.
  6. No existe derecho de asociación. Incluso el amor entre los trabajadores está prohibido si no existe aprobación expresa.
  7. La economía está planeada de forma central.
  8. Existe una vigilancia generalizada de movimientos y comunicaciones electrónicas.
  9. La sociedad está fuertemente regulada, hasta el punto de que a muchos empleados se les dice cuando, donde y cuantas veces al día pueden ir al baño.
  10. No ha a penas transparencia y algo como la Ley para la libertad de información es impensable.
  11. Grupos de oposición interna, como sindicatos, son acosados, vigilados y marginalizados siempre que es posible.
Con un PIB y una población comparable a Bélgica, Dinamarca o Nueva Zelanda, muchas de estas multinacionales no tienen nada parecido a sus libertades y protecciones cívicas. Esto todavía es más sorprendente cuando las protecciones legales civiles en la región en la que opera la empresa son débiles (como en Nueva Guinea Occidental, muchos estados africanos o incluso en Corea del Sur); allí el carácter de estas tiranías empresariales destaca especialmente al no estar rodeadas por una influencia civilizadora.
Wikileaks 

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